La reflexión de la semana…
Las personas vamos por la vida pensando en que lo que estamos haciendo, lo hacemos bien. Caminar por la banqueta, manejar por una avenida rápida, pedir unos cigarros en la tienda…. hasta que alguien nos reclama por ello. Sobre todo, por cómo lo estamos haciendo.
Esta idea la he tenido presente desde hace un par de semanas. No se cómo llegó a mi, pero durante los últimos días se ha presentado de forma cotidiana. Por esto mismo, creo que se relaciona con la famosísima frase “cada cabeza es un mundo”.
Por poner un ejemplo, si uno va manejando tranquilamente, el conductor de al lado—o atrás— se podría molestar por nuestra lentitud. No necesariamente iríamos a una velocidad baja, quizás incluso vamos al límite permitido, pero en el mundo de este conductor, podría parecer que vamos de paseo disfrutando el camino. De igual manera, después de hacer evidente su molestia, para nosotros, y como diría mi padre: pareciera que se va cagando.
Tener esto presente o al menos recordarlo cada vez que el de al lado altera mi paciencia, me ha ayudado a permanecer en mi centro. También me he notado que al recordar esta idea, me he vuelto mucho más tolerante. Podrías probarlo y me platicas.
PROCESOS
El poder crear con mis manos es para mi un respiro. Soy muy afortunada de haber aprendido ya eso a estas alturas porque las veces que no he priorizado eso en mi vida, han sido momentos difíciles, sobre todo porque me siento fuera de mi centro.
Los últimos días he estado revisando mis archivos y bitácoras digitales y pensé que podría mostrarles de la vez que diseñé (de la mano de mi ex-socia) unos vasitos mezcaleros en concreto para una marca oaxaqueña de mezcal.
La verdad es que el proceso fue muy largo y de bastante prueba y error.
En un inicio parecía ser un proyecto sencillo que nos tomaría un par de meses, sin embargo, nuestro proveedor de moldes resultó no ser tan acertado como creíamos, pues él trabajaba con cerámica y no con concreto como nosotras. Eso lo cambia todo.
Sin embargo, aprendí mucho en el proceso, sobre la importancia de los materiales no sólo del producto final, sino también del comportamiento de los moldes en las distintas etapas del fraguado y desmolde, los cambios de temperaturas, ángulos de salida, los efectos de la humedad en el ambiente, y mucho más de mi materia prima del momento, el cemento.
Al final, cambiamos los moldes iniciales (fibra de vidrio, silicona y resina) por unos enteramente de silicón. No eran los ideales, pero para este momento, los gastos corrían por nuestra cuenta y además, teníamos el tiempo encima.
Si siguen la cuenta de Instagram de xMartaja, subiré contenido de los distintos procesos que he llevado a cabo con este y otros proyectos. Al final considero que esta etapa en mi carrera profesional también ha influido en gran manera, no sólo en mis intereses, sino también a las actividades que ahora decido priorizar dentro de mis procesos creativos y de producción, de lo cual, les hablaré en otro momento.
Para inspirarnos:
Les he mencionado anteriormente que parte de mi proceso creativo es sumergirme en otras disciplinas y ver lo que se está haciendo en esos mundos. Mis primeros recuerdos en cuanto a mi interés en el diseño van siempre a lo espacial, por eso la arquitectura, sin embargo, no descarto la importancia de la creación en dos dimensiones.
Hace un par de meses me encontré con este blog que publica los trabajos de collage de distintos artistas y he encontrado ahí, un espacio en el que mi mente puede divagar y explorar las dos dimensiones de una forma expresiva y artística, no tan enfocado al diseño. Además la curaduría que tienen es muy interesante, pues no sólo te presentan los trabajos, sino que te hablan del trabajo del artista. Es una especie de galería donde distintas personas involucradas hacen que estos espacios se abran para nuestro disfrute visual.
El collage es un medio que me encantaría explorar más, pero que no le he dedicado tiempo. Platicaba con una colega (otra profesora arquitecta en la escuela donde doy clases) y después de un rato llegamos a la conclusión de que el diseño a nivel educativo—e históricamente— se empieza a explorar en 2D. Es más fácil poder comprenderlo ya que se limita a un espacio limitado, una hoja de papel o una pantalla.
Me encanta ver las distintas capas y posibilidades, la profundidad que se genera y sobre todo, la sensorialidad y expresión que se genera al utilizar distintas texturas, impresiones y medios, digitales o físicos. Me provoca querer hacer un gran mural de collage en mi sala, o hacer piezas de joyería para portar… incluso ropa.
Entonces, si necesitan un poco de sazón visual y explorar distintas posibilidades en cuanto a color, técnica y papel fragmentado, visiten Revué Collé