En lo personal, no se trata sólo de recorrer lugares a lo loco y cumplir con una checklist de sitios visitados. Se trata de absorber lo que vives, observar detenidamente y aprender de las personas que te topas en el camino, para luego integrar esas experiencias a tu propia vida. Al final, como creo que les he mencionado antes, para mi, todo se reduce a seguir evolucionando.
La reflexión de la semana
Me fui de viaje y todo sucedió muy rápido. Aunque fueron tres semanas, vivirlas se sintió como un abrir y cerrar de ojos y ahora, estoy de regreso, lidiando con el jetlag y un poco de nostalgia.
Esa nostalgia, además de los recuerdos, está cargada con admiración y choques culturales de esos que te abren los ojos. Experiencias que sólo te da el viajar a países con culturas muy distintas a lo que acostumbras. Lo único tangible que me queda de allá es el horario invertido (además de lo que compré y el espacio lleno de fotos, por supuesto) y la energía que esa experiencia impregnó en mí, aumentando mis ganas de vivir la vida.
Ahora que estoy despertando a las 3 am, reconozco que gran parte de esta nostalgia viene por tener que adaptarme nuevamente a mi rutina cotidiana y por darme cuenta de que hay cambios que quiero hacerle. Porque ahora sé que hay otra manera de vivir el día a día y quiero plantear un esquema que se adapte mejor a cómo quiero invertir mi tiempo.
PROCESOS
Hace poco escuché el término en inglés 'people watching' y pude ponerle nombre a eso que tanto disfruto. Quienes me conocen saben que no soy una stalker, pero simplemente disfruto observar a la gente. Lo hago mientras paseo a mi perro, mientras viajo en metro o en reuniones donde hay mucha interacción humana. Disfruto observar y no voy a negar que muchas veces, otras personas lo interpretan como si estuviera aburrida o fuese muy tímida. Al contrario. Hay ahí algo que me cautiva y no entiendo por qué exactamente.
Como les decía: me fui de viaje. Las ciudades principales que visité, Tokyo y Kyoto, las recorrí observando y visitando lugares que quizás no estarían dentro del itinerario de otros turistas. Algo que he descubierto gracias a viajar así, observando y viviendo despacito, es que me hago consciente de que existen otras realidades, posibilidades y maneras de vivir que nunca había considerado para mí misma.
Muchos de los lugares que me llamaron la atención fueron bares, cafeterías, restaurantes y obviamente, tiendas de joyería. Lo que más me impactó es que al entrar a estos espacios (que son minúsculos en comparación con lo que acostumbramos en occidente), se siente como si las personas, más allá de entrar a su negocio, estuvieran abriendo para ti, las puertas de su casa.
Estos lugares se sienten como la extensión de ellos mismos, mantienen su personalidad, se rigen bajo sus propios términos y hay algo de simpleza y sencillez que te hace sentir en calma.
Estos espacios me han inspirado para reestructurar los míos: mi taller, mi casa e incluso este espacio, El Debraye Creativo. Mi intención desde que empecé formalmente mi marca de joyería, xMartaja, es que ésta sea una extensión de mí, que conecte con otras personas. No lo tenía claro antes, pero este viaje me ha mostrado la posibilidad de crear entornos donde cada elemento de mi día a día, hable de quién soy - desde el acomodo en mi taller hasta las plantas que me rodean en casa.
Me siento motivada (y no quiero perder el sentimiento) de encontrar ese equilibrio entre lo íntimo y personal, pero también experimental y sin restricciones, permitiéndome romper con el "deber ser" (que tanto tengo presente), tanto en mis piezas como en mis espacios. No tengo el camino completamente definido, pero ahora entiendo que es válido y valioso integrar esta visión en todos los aspectos de mi trabajo, no sólo en las joyas que voy haciendo.
INSPIRACIÓN
Visité tantas tiendas de joyería que perdí la cuenta. Una de las que más resonó conmigo fue Ro-Ji Kyoto (路地京都). Este pequeño espacio ubicado en Kyoto representa perfectamente lo que he estado describiendo: un lugar donde el taller, la tienda y la personalidad de sus creadores se difuminan y se complementan.
Lo que hace especial a Ro-Ji es precisamente esa autenticidad que mencionaba. Al entrar, te reciben con la misma calidez con que lo harían en su hogar (incluyendo a su perro, cuyo nombre tristemente no recuerdo). Su taller ocupa más de la mitad del espacio, permitiéndote observar el proceso creativo en tiempo real. Mientras adaptaban el anillo que compré a mi medida, intenté a pesar de la una barrera enorme de lenguaje (que me hizo sentir avergonzada por no saber japonés), establecer una conexión con ellos, fascinada por cómo habían logrado esta perfecta integración. Sus piezas, aunque aparentemente sencillas en su estética, están elaboradas con materiales preciosos como plata y oro, incorporando piedras y formas que reflejan, cariño, valor y dedicación por su trabajo, y un enfoque experimental pero refinado.
Es evidente que cada creación nace de una visión artística genuina, no de tendencias pasajeras o presiones comerciales. Lo que me llevo de Ro-Ji va más allá de la joya que compré. Me impresionó ver cómo han integrado todos los aspectos de su vida y su trabajo en un mismo espacio, sin pretensiones aparentes o divisiones artificiales. Esa naturalidad me hizo evaluar la idea concebida que yo tengo de mis espacios. No sé exactamente cómo, pero como les decía, quiero traer algo de esa naturalidad a mi día a día y a xMartaja. Poder encontrar el balance genuino en todos los aspectos que me rodean y así lograr, según yo, sincronía y congruencia entre todo mi entorno.
De vuelta en casa, con la cabeza llena de ideas y el corazón lleno de nostalgia, me pregunto: ¿qué tanto de lo que vemos y admiramos en otros lugares podemos realmente incorporar a nuestra cotidianidad? Quizás la clave no está en replicar exactamente lo que vi en Japón, sino en encontrar esa misma honestidad en mi propio contexto. ¿Ustedes qué piensan?
Sigue a xMartaja en Instagram para no perderte de todas las fotos que estaré compartiendo en mis redes de aquellos espacios que quiero mantener en mi memoria.
viajar es encontrase a uno mismo en otro yo❤️ Gracias por compartirnos una parte de Japón, viajar puede ser una oportunidad para reflexionar sobre nuestras propias creencias, valores y objetivos, descubrir aspectos de nosotros que no conocíamos.